25 aniversario del Cementerio Comarcal de Roques Blanques

Mar, 19/10/2021 - 14:33

Un cementerio de referencia en Europa en gestión medioambiental

• En el marco del su 25 aniversario, Roques Blanques edita “Los árboles del Bosque de la Calma”, un libro sobre la simbología, historia y “alma” de las especies que se plantan en el Parque en recuerdo a los difuntos, que ya cuenta con más de 300 ejemplares

• La demanda de alternativas ecológicas de inhumación se ha cuadruplicado en los últimos dos años

• Se espera que unas 20.000 personas visiten el cementerio el fin de semana del 1 de noviembre

Barcelona, 26 de octubre de 2009.– Este año se cumplen 25 años de la puesta en funcionamiento del Cementerio Comarcal de Roques Blanques (El Papiol, Barcelona), el año 1984. Coincidiendo con la festividad de Todos los Santos, y en el marco de este aniversario, Roques Blanques ha editado Los árboles del Bosque de la Calma, un libro que analiza desde múltiples vertientes especies mediterráneas que se encuentran en el cementerio –encina, alcornoque, pino piñonero, roble, olivo y ciprés-. Los tres primeros son los que se plantan en uno de los espacios más singulares de Roques Blanques: el Bosque de la Calma, una iniciativa ecológica de inhumación que se puso en marcha hace dos años y medio y que ya cuenta con más de 350 ejemplares. Tal y como explica Joan Ventura, director de Cementerios de Serveis Funeraris Integrals (SFI), el grupo funerario que gestiona Roques Blanques, “las especies que se plantan en el Bosque de la Calma han sido muy importantes a lo largo de la historia y están estrechamente vinculadas a la cultura mediterránea. Con este libro, queremos ofrecer una aproximación única y especial al mundo de los árboles que permita conocerlos más a fondo a través de su historia, literatura y simbología. En cierta manera, pensamos que puede ser una manera de ayudar en el duelo a las familias que han enterrado a alguna persona querida en el Bosque de la Calma”. Los textos de Los árboles del Bosque de la Calma están extraídos del libro El alma de los árboles, de Miguel Herrero Uceda, especialista en árboles, además de ingeniero informático y doctor en Inteligencia Artificial. Herrero ha conseguido unir literatura, botánica, historia, costumbres, mitología y sabiduría popular para conformar una obra singular que habla de los árboles y de la cultura que ha surgido bajo su sombra.

Roques Blanques y el medio ambiente Gestionado por SFI desde el año 1990 en régimen de concesión administrativa, Roques Blanques es un cementerio de titularidad pública que nació para dar servicio a todas las poblaciones del área metropolitana de Barcelona, en un momento en que los cementerios municipales se habían quedado pequeños por el fuerte crecimiento de las ciudades.

La ubicación especial del cementerio, en pleno Parque de Collserola, ha hecho que desde los inicios se haya posicionado como un centro diferente a los tradicionales, muy integrado al entorno y respetuoso con la orografía del parque. Según Joan Ventura, “nos movemos siempre en esta línea de respeto por el medio ambiente. Para nosotros no es una cuestión de esfuerzo, sino de compromiso. Nos gusta mantener y preservar el entorno privilegiado donde nos encontramos y por eso trabajamos para ofrecer un espacio único y unos servicios pioneros y adaptados a las nuevas necesidades del siglo XXI”. De la apuesta firme por el medio ambiente en Roques Blanques han surgido iniciativas como el Bosque de la Calma o el Jardín del Reposo que fomentan el uso de urnas biodegradables, además de suponer un referente físico para el recuerdo de los difuntos, algo muy necesario en un proceso de duelo. Este 2009, el cementerio ha apostado de nuevo por la protección del medio ambiente con la adquisición del coche fúnebre eléctrico ION, convirtiéndose en el primer cementerio de Catalunya en tener este prototipo y el primero de España en incorporar un sistema para el traslado de urnas.

Estas iniciativas, junto con los proyectos de protección de flora y fauna autóctonas, han contribuido a que el cementerio haya sido el primero del Estado en obtener el registro europeo EMAS (marzo 2008), además de contar con las ISO 14001 de gestión medio ambiental y 9001 de gestión de calidad. Según los datos de 2009 de SFI, la demanda de alternativas ecológicas de inhumación se han cuadruplicado en los últimos dos años y el 17,5% de los servicios realizados en Roques Blanques ha optado por urnas biodegradables.

Un cementerio lleno de historia

Roques Blanques se encuentra en los entornos de la masía de Can Tintorer –donde actualmente están las oficinas del cementerio-, en el término municipal de El Papiol (Barcelona), unas tierras que según los cronistas tienen mucha historia. Diversos historiadores confirman el pasado cartaginés y el carácter mercantil de esta zona, que después se agrandó con la llegada de los romanos. Según se puede deducir de los diversos hallazgos como ánforas, pavimentos y otros restos arqueológicos, durante la época de la dominación romana estas tierras fueron explotadas por su riqueza agrícola y minera. Se puede decir que lo que hoy es Roques Blanques fue un centro de actividad y cultivo donde se recogía vino, aceite y frutos que luego eran enviados a Roma.